jueves, 10 de enero de 2008

Carabinas trujillanas: Hallaquitas de todo el año


Aprovechando que esta navidad estuve en trujillo voy a hablarles de la carabina y continuar con mi elogio a la gastronomía andina en este caso la trujillana.
Para mi resulta imposible llegar hasta Valera y no acercarme a Quebrada de Cuevas que es el lugar donde se venden ( y a lo largo de todo el año, no sólo en navidad) estas hallaquitas de caraota que por su tamaño y sabor siempre acompañan el famoso pollo en brasa que sirven por toda la zona.
Parada obligada de todo el que va por esa via hacia jajó, timotes, mérida, etc en cada puesto son parte del menú y resulta muy difícil comerse sólo una.

Envueltas en hojas de platano son hermanas pequeñas de la hallaca pero ni tienen el complicadisimo y multisápido guiso, ni se colorea su masa con onoto (bueno en algunos casos si): Las caraotas son su único relleno y a veces le agregan queso rallado.
El sabor que ofrece la hoja de platano sin duda hace la diferencia. Las carabinas envueltas en otro tipo de hoja (de maiz por ejemplo) o en aluminio serían vulgares hallaquitas de pollera al lado de la carretera.
Pero no, las carabinas trujillanas son un manjar de este mundo.
En Caracas las venden (en la versión típica de boconó, es decir con caraotas picantes) en El Hornito Andino.
¡Recomendadas!

2 comentarios:

Zulmy García dijo...

Mi mami hace hallacas de caraota todos los años en diciembre, además de las navideñas, es clamor popular!!! Este año se negó a hacerlas y una mañana encontró en su cocina, las hojas, las caraotas y no le quedó otra que hacerlas...
No sabía yo que eran trujillanas y tenían nombre...

Karina Pugh Briceño dijo...

El hornito andino es un santuario, se come de maravilla, aunque los dueños no son precisamente simpáticos.

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